Rhodes
La historia de Rodas
Rodas (Ródhos) se encuentra merecidamente entre las más visitadas de todas las islas griegas. Su atracción estrella es el hermoso casco antiguo medieval que se encuentra en el corazón de su capital, la ciudad de Rodas, un legado de los caballeros cruzados de San Juan, que utilizaron la isla como base principal desde 1309 hasta 1522. En otro lugar, el deslumbrante pueblo de ladera de Líndhos, coronado por una antigua acrópolis, no debe perderse. Marca el punto medio de la extensa costa oriental de la isla, adornada con numerosas playas de arena que han atraído un considerable desarrollo turístico. En el cabo sur, Prassoníssi es uno de los mejores lugares para practicar windsurf de Europa. Si quieres escapar de las multitudes de verano, haz un viaje por carretera al interior escarpado y parcialmente boscoso de la isla: los objetivos que merecen la pena incluyen los castillos cerca de Monólithos y Kritinía, y las iglesias con frescos en Thárri, Asklipió y Áyios Yeóryios Várdhas
La ciudad
La ciudad más grande de la isla, la ciudad de Rodas, se extiende a ambos lados del cabo más septentrional, a la vista de Turquía, a menos de 20 km al norte. La antigua ciudad que ocupó este sitio, diseñada durante el siglo V a. C. por Hippodamos de Miletos, era casi el doble del tamaño de su contraparte moderna, y con más de 100.000 habitantes tenía más del doble de su población.
Si bien el enclave fortificado ahora conocido como la Ciudad Vieja es de construcción más reciente, creado por los Caballeros Hospitalarios en el siglo XIV, es una de las mejores ciudades medievales amuralladas que puedas esperar ver. Sí, está terriblemente abarrotado de excursionistas en temporada alta, pero por la noche es bastante mágico y vale la pena una estadía prolongada. Tiene sentido pensar en él como un destino completamente separado de la Ciudad Nueva, o Neohóri, la mezcla de suburbios anodinos y un complejo lúgubre que se extiende desde allí en tres direcciones.
Por cierto, era la entrada al puerto de Mandhráki la que supuestamente estaba montada a horcajadas sobre el Coloso, una antigua estatua de Apolo erigida para conmemorar el asedio del 305 a. C. Frente a la Ciudad Nueva, el puerto es hoy utilizado principalmente por yates y botes de excursión.